Páginas

viernes, 15 de noviembre de 2013

El portátil que quería ser autista y no lo consiguió

Reciclando un portátil

El paso del tiempo no solo lo sufren las personas. También, y en mayor medida, y porque la sociedad de consumo nos ha acostumbrado a ello, lo que en su momento era lo más novedoso, en muy poco tiempo pasa a ser una antigualla.
Me refiero a un portátil, sí de un portátil, de cuando aún los portátiles estaban de moda.
El portátil en cuestión era y es, porqué aún no se ha estropeado, el modelo Inspiron 1721 de la marca Dell, del año 2007. Las características básicas del equipo son las siguientes:
Procesador:  AMD Turion(TM) 64 X2 Mobile Technology TL-60 x 2
Memoria:     4 Gbytes
Disco Duro:  160 Gbytes
Tarjeta
Gráfica:     ATI RADEON Xpress1270 HyperMemory
Tamaño:
pantalla:    17"
Resolución:  1440 X 900 píxeles
además de venir equipado con WiFi, Bluetooth, conector RJ45, modem, DVD, WebCAM y varias entradas USB. No estaba nada mal. El hardware era suficientemente potente, adecuado para el uso que se le iba a dar.
Pero había un pero. Venía equipado, como era casi lo normal, con Windows, en aquel momento con la versión de Vista. En principio, a pesar de que en aquella época el pasar de Windows XP a Vista suponía un pequeño esfuerzo, era un esfuerzo asumible, aunque no fuese nada evidente adivinar el porqué del cambio ni las mejoras que comportaban este mini salto cuántico. Posiblemente, sería cuestión de marketing ¿no? y de aspecto...y, sobre todo, incordiar a los sufridos usuarios acostumbrados a un entorno, Windows XP, que prácticamente dominaban lo suficiente para lo que tenían que hacer.
Pero como ocurría y ocurre con todas las versiones del sistema operativo Windows, el paso del tiempo no es que hace que el equipo se vuelva obsoleto, que sí ocurre pero lentamente, sino que el equipo se vuelve lento ¿de reflejos?, pesado ¿engorda? , le cuesta arrancar ¿dormilón?, etc., etc. y para un usuario normal, esta degradación del sistema se le hace enojoso e insufrible.

Primera opción

Y llega el día en que alguien propone una cura de adelgazamiento. Lo primero que se hace es desinstalar todo lo que no se utiliza. Después, se bloquean todos aquellos servicios que no sirven para nada y que se activan nada más arrancar el portátil. Y finalmente, se limpia el Registro del sistema (algo delicado pero que sorprende por la cantidad de basura que se va acumulando - parece la evolución del ADN con cadenas que aparentemente no sirven para nada.
Y no nos olvidemos del tan sufrido pero necesario programa que debemos tener activo en un entorno de Windows: el ANTIVIRUS, el que nos protege de los ataques exteriores, de los troyanos, del malware. Eso es peor que una guerra. Cambiamos de antivirus y aparenta funcionar mejor, pero no, es solo aparente.
Y esta cura de adelgazamiento, como todas las curas de adelgazamiento, no hace milagros. Será que nada más hacer la cura de adelgazamiento, algo se nota, pero los defectos propios del sistema permanecen y en poco tiempo vuelve a ralentizarse y desesperar al desgraciado usuario esclavo del sistema operativo Windows.

Segunda opción

Ampliar la memoria RAM como primera medida, para que los programas que hemos ido actualizando y requieren más memoria puedan funcionar más alegremente. Pero el sistema que es un portátil ya venía con el máximo de memoria admisible por hardware. Opción desechada.

Tercera opción

Cambiar el portátil por otro más actual, que venga con una CPU mucho más potente, memoria RAM de 8 Gbytes o más, y de disco duro, de varios TeraBytes. Pero claro, esta opción es cara pero se opta por dar el salto y gastarnos unos eurillos con tal de mantenernos al día y podamos seguir utilizando las aplicaciones que nos son precisas. Dicho y hecho.
Ahora tenemos un portátil más potente, evidentemente con Windows, y corriendo todas las aplicaciones que utilizábamos en el antiguo. La sensación es que hemos mejorado claramente. El portátil responde mejor a nuestros requerimientos, parece que vuela, parece como que fuera el portátil viejo cuando era joven. Pero no, no era eso. Era que las aplicaciones habían aumentado en requerimientos y eso obligaba a reponer el hardware por otro más potente.
Pero el problema persistía. El sistema operativo Windows se va volviendo lentorro y progresivamente insufrible...pero así está el panorama...actualmente.

Opción final...pero con problemas

Llegados a este punto teníamos dos portátiles, uno más actual y otro que teniendo la potencia de los smartphones y tablets actuales era más lento que el caballo del malo, y que se utiliza para ciertas cosillas: oír música y ver películas, siempre que te armes de valor y de paciencia.
Pero llega alguien y propone darle vida al viejo y obsoleto portátil, insuflarle una vitalidad que lo hagan de nuevo atractivo. ¿De qué manera? Instalándole un sistema operativo Linux, sistema operativo que está instalado en multitud de equipos que utilizamos sin saber que en sus tripas funciona el sistema operativo Linux, un descendiente del sistema UNIX, y que también ha servido como base para desarrollar otros sistemas como iOS (basado en UNIX) y Android (basado en LINUX).
Dicho y hecho. Se optó por instalar la versión de Ubuntu 12.04 LTS (Precise Pangolin). Y se instaló. Funcionaba casi a la perfección. Y más alegremente. Los vídeos se veían muy bien y la música también se oía de maravilla. ¿Sí? No. Los vídeos y la música que tuviéramos localmente, en el disco duro, se reproducían sin mayores problemas. Pero si queríamos oír música o ver vídeos que estuvieran en Red o en Internet, no era imposible. La conexión del portátil a Internet, o a la red local, por WiFi no era imposible.
Pero lo primero que hice fue reinstalar el Linux 12.10 (Quantal Quetzal). Como en la versión anterior, se instaló sin problemas, desde un pendrive. Pero como en la instalación reconoció la red Ethernet, opté porque fuese actualizando el software que fuera pertinente. Al final de la instalación se reinició el equipo; y continuó funcionando en red cableada. Pero la conexión vía WiFi no funcionaba. Al menos no estaba peor que antes de la reinstalación, ya que conservaba una conexión, la RJ45 cableada, funcionando, lo que me permitió actualizar, aún más, todo el software que se había instalado, y que me proponía el sistema que hiciera. Y eso que pensaba que se había actualizado todo durante la instalación. Pero no, aún faltaban más actualizaciones, actualizaciones que se cargaron la conexión RJ45 por cable.
¿Qué podía hacer? Tenía que haber una solución. Y como siempre había que buscarla en Internet

Solución

Parece ser que el problema estaba en el tipo de chip que utilizaba para gestionar la red WiFi, el BCM4311, que esta versión de Ubuntu no lo contempla adecuadamente.
Después de experimentar con varias propuestas encontradas en la Red, encontré la que realmente funcionó:
sudo apt-get remove --purge bcmwl-kernel-source
apt-get purge bcmwl-kernel-source
sudo apt-get install linux-firmware-nonfree
Con estas tres líneas resolví ambas conexiones, la de por cable RJ45 y la de  WiFi. Pero al principio tuve mis dudas de cómo hacerlo. Hay que tener en cuenta que me había quedado sin ningún tipo de conexión. Afortunadamente la primera sentencia no requería conexión. Ni la segunda, Y, también afortunadamente, una vez ejecutada la primera línea, recuperé la conexión por cable. Ejecuté la tercera sentencia y automáticamente me reconoció todas las redes WiFi existentes en la zona. Introduje la contraseña de mi red WiFi y se conectó sin mayores problemas.
Entre paso y paso, estuve reiniciando el Portátil varias veces.
Y eso es todo. Era preciso hacer una 'pequeña' introducción y confío que no haya sido excesivamente larga. Si es así es cuestión de ir directamente a este apartado.
Ahora mi amiga tiene un Portátil que funciona perfectamente, que es alegre, que responde con prontitud y que se conecta a la red sin ningún problema. Y confío en que con el paso del tiempo no se vaya ralentizando como probablemente ocurriría con Windows. En Linux esto no ocurre.
Por cierto, y se instaló sin problemas Spotify, que era una de las razones imprescindibles para tener WiFi funcionando.
sudo gedit /etc/apt/sources.list
añadimos al final del fichero la siguiente línea
deb http://repository.spotify.com stable non-free
y ejecutaremos las siguientes líneas desde un terminal
sudo apt-key adv –keyserver keyserver.ubuntu.com –recv-keys 94558F59
sudo apt-get update && sudo apt-get install spotify-client

Referencias

Aunque indique que es para las versiones 12.04 y 13.04 de Ubuntu, también funciona para la versión 12.10.
Broadcom STA driver broken after updates today
Este enlace y el siguiente me sirvió para documentarme del problema, de las posibles soluciones y de cómo preguntar a Google por una posible respuesta.
b43 and b43legacy
Los siguientes enlaces fueron consultados, me dieron cierta información, pero no los apliqué para solucionar el problema
Ubuntu 11 and Broadcom BCM4311
Dell:Repository/firmware
Dell:Manuals and Documents for Inspiron 1721
Como Instalar la tarjeta wireless Broadcom en Ubuntu 12.10 Quantal Quetzal
Broadcom Corp. BCM4313 Wireless not detected in Ubuntu 12.10

Instalar Spotify en Ubuntu 12.10 ‘Quantal Quetzal’

No hay comentarios:

Publicar un comentario